domingo, 7 de noviembre de 2010

Jocoso jojojo

Aliteraciones vacías,
Valles de nada, y de algas algunas
alientos de almíbar
al lado de él.
Y al final, las alas altaneras
De alguien alado.

Y al final, las alas
Brillantes y brutas
de Bretaña a Brima
Bramando el sonido
De la brisa del mar.

Del mar y del cielo
Y de las sierras aztecas,
El cierto sonido
Del cisne casi ciego

Si en esta sonata,
Tan cierta y tan triste
Ningún sentido ha encontrado,
Siéntese.


sábado, 27 de marzo de 2010

Me encantas cuando te pintas de morado, los pocos días en que estás limpia, y cuando todos deciden dejarte en paz.
Cuando, como con una tutsi, logro llegar a tu centro, me enamoro todavía más. Me hubiera encantado conocerte (me encantaría haberte conocido) hace muchos años, cuando, aún inocente, creías que las cosas se iban a quedar así. Me encanta pensar en la belleza que conocieron tus descubridores, y en las aún sanas agallas que has de haber tenido.
Ahora, ya vieja, parece que explotarás. Muchas veces pienso que no podrás con la carga que te ha sido impuesta. ¿Cuánta mierda podrán digerir tus tripas? Calculo, no mucha más.
Y por eso a veces te maldigo, y por eso espero poder abandonarte pronto, y por eso más de una vez a la semana pierdo la fe en ti. Si bien no es tu culpa, no hay nadie a quien acusar, y mientras no te consideremos nuestra, nada podremos hacer.
Responsabilidad, ojalá nos la pudieras enseñar.

lunes, 15 de marzo de 2010